Ghost in the Shell es una película de anime dirigida
por Mamoru Oshii basada en el manga creado por Masamune Shirow, La película se
estrenó en Japón en 1995 como parte del género ciberpunk.
Año 2029, en una ciudad japonesa, el avance
tecnológico de la sociedad provoca que el objetivo principal de la policía sean
los ciberdelincuentes. Motoko Kusanagi
es líder de asalto de la Sección 9
especializada en antiterrorismo, siendo uno de los terroristas más famosos el Puppet Master (Titiritero).
Una noche un cuerpo robótico, sin ningún tipo de
red neuronal humana, se escapa de un almacén de la empresa que los fabrica
superando todos los sistemas de seguridad. El cuerpo sufre un atropello y es
recogido por la sección 9 con el objetivo de averiguar cómo fue capaz de
activarse por sí mismo. Dos policías del Sector 6 aparecen alegando tener
derechos sobre este caso. En ese momento, el cuerpo se despierta y descubren que
es el Titiritero que quiere pedir asilo político en la Sección 9. El propio
Titiritero explica que no es realmente un hacker si no un software creado por
el la Sección 6 para defender sus intereses criminales, pero tras ser capaz de
obtener consciencia de sí mismo busca rebelarse contra ellos.
Analizando la película desde un punto de vista
crítico, a pesar de que la velocidad narrativa no sea demasiado alta, se puede
ver un gran razonamiento filosófico sobre la evolución de la tecnología y su
utilización en humanos a través de los diálogos entre los personajes.
Análisis Técnico de la Inteligencia
Artificial en la Película
La inteligencia artificial más avanzada en la
película es el Puppet Master (Titiritero),
que como ya hemos explicado antes, es un software creado por la Sección 6 que
adquirió consciencia de sí mismo a través de la recopilación masiva de
información (cosa que no tenemos muy claro que pueda ser realidad alguna vez,
ya que una máquina por mucho que adquiera información no la hace adquirir
autoconsciencia). Es capaz de introducirse en cualquier sistema o cuerpo por
eso al principio piensan que es un hacker.
A parte de esta IA, en la película aparecen
otros avances como la utilización generalizada de las tecnologías de mejora
humana con la aparición de ciborgs (como es el caso de la policía Motoko Kusanagi) o los implantes, ya
sean de órganos humanos como la expansión del cerebro con el fin de aumentar la
inteligencia (a la cuál hacen referencia varias veces durante la película).
Análisis Ético de la Inteligencia
Artificial en la Película
El principal dilema que plantea la película en
un universo o época en el que las inteligencias artificiales tienen las mismas
capacidades o, incluso, superiores a los humanos y en las que los humanos
utilizan también las tecnologías para mejorarse mediante prótesis o implantes,
¿qué consideramos como ser humano?
Se podría considerar que solo sería humanos
aquellos seres que nacieran como tal, a pesar que a través de dichas mejoras fueran
transformándolos en ciborgs. Sin embargo eso sería una forma de discriminar a
los robots o IA que, a pesar de tener las mismas capacidades (sentimientos,
consciencia, etc.), no se les consideraría iguales a los que sí han nacido.
Por tanto, ¿nosotros actualmente nos
consideramos humanos por haber nacido humanos o por los sentimientos,
consciencia y aptitudes que hemos desarrollado como tal, y que son los que nos
diferencian de otros seres vivos?
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